El templo de la cerveza artesana en Barcelona. 30 grifos de cerveza artesana cuya info esta proyectada en tremendas pantallas y cuando se acaba uno, pinchan otra y así, un sin parar.
Tremendo dilema cuando te preguntan lo que quieres cuando a parte de los grifos tienes una carta extensa de cervezas embotelladas…lo mejor dejarte llevar por el personal super experto en la materia quienes te van guiando por este mundo desconocido y te dan a probar algunas cervezas antes de pedir la definitiva. Después de varias cervezas bien ricas nos empezamos a venir a arriba y les pedimos que nos trajeran lo mas raro de la carta, una cerveza lámbica ácida de fermentación salvaje que el primer trago entraba como vinagre pero poco a poco se iba asimilando mejor hasta flipar con tal sabor…como cuando pruebas el wasabi o el kimchi por primera vez, sabores que al final van creando addicción.
Muy buena experiencia !!!!